Los 7 pactos de Dios en la Biblia

Pactos de la biblia
Tabla de contenido

Los pactos de Dios en la Biblia juegan un papel crucial en la relación entre Dios y la humanidad. A lo largo de las Escrituras, encontramos una serie de pactos que Dios hizo con diferentes individuos y grupos. Estos pactos establecen promesas, condiciones y señales que revelan el carácter redentor y fiel de Dios.

Desde el pacto en el Edén hasta el nuevo pacto en Jesucristo, cada uno de ellos revela aspectos importantes de la relación de Dios con su pueblo y de su mensaje redentor para toda la humanidad. En este artículo, exploraremos los diferentes pactos de Dios en la Biblia y sus implicaciones para la humanidad.

¿Qué es un pacto en la biblia?

Un pacto en la biblia es un compromiso unilateral hecho por Dios para con el hombre, donde a este se le exige cumplir con una serie de requisitos y Dios se compromete con una promesa en respuesta a ellos. Normalmente, un pacto en la biblia se caracteriza por diferentes elementos, estos son los que veremos a continuación.

¿Cómo podemos distinguir un pacto en la biblia?

Antes de tomar nuestras biblias y buscar el término pacto, es necesario saber distinguir en que momento estamos ante uno. Para esto, necesitamos distinguir las características que lo distinguen.

En este sentido, la biblia constantemente señala el pacto con estas características:

  • Una promesa a cumplir de parte de Dios.
  • Una condición que es necesario que se cumpla (sea de parte del hombre o de parte de Dios).
  • Una señal que ratifica o habla acerca del pacto.
  • Cumplimiento de la promesa o la advertencia dadas o no las condiciones.

En línea general, estas son las características de un pacto, las cuales lo solemos encontrar muy claramente en el pacto de Abrahán, Moisés o el Nuevo Pacto.

Los 7 pactos de Dios en la Biblia

¿Cuáles son los 7 pactos? Estos son:

  1. El pacto Edénico.
  2. El pacto de Adán.
  3. El pacto de Noé.
  4. El pacto de Abraham.
  5. El pacto de Moisés
  6. El pacto de David
  7. El nuevo pacto

Veamos ahora con más detalle cada uno de estos pactos:

1. El pacto Edénico

Este, a diferencia del pacto de Adán, es un pacto más general en el que Dios promete vida o muerte según las condiciones dada en el huerto del Edén. Este pacto contiene la representación de toda la humanidad en las decisiones de la primera pareja del mundo.

Es en este pacto donde nos encontramos con las promesas de la vida y la muerte, y el terrible cumplimiento cuando Adán ignora las advertencias escuchando la voz de la serpiente en la invitación de su esposa.

2. El pacto de Adán

Ahora bien, el pacto de Adán, tal cual como vemos en las Escrituras, se evidencia por sus características (como mencionamos más arriba). No obstante, en las Escrituras también vemos una mención explícita de este pacto (Os. 6:7 – NVI):

Pero ellos, como Adán, han quebrantado el pacto,

¡me han traicionado!

Fijémonos que allí se habla de que Adán quebranto un pacto, y aquí se refiere a Israel, quienes, al igual que Adán, quebrantaron su pacto. Esto claramente nos hace ver que había un pacto presente en el huerto del Edén que fue quebrantado por Adán.

Allí, en el huerto del Edén, Dios había dado advertencias y promesas, condiciones para la vida y la muerte, señal de este pacto y cumplimiento final a causa de la desobediencia.

3. El Pacto de Noé

El pacto de Noé es un compromiso de Dios de no destruir el mundo por medio del agua, como en su momento lo hizo en la homónima historia. Era la promesa de parte de Dios de que este mundo se mantendría en pie, por eso, como señal de esto, el pacto de Noé tiene una señal, un arco lleno de colores en el cielo que nos recuerda la fiel promesa de Dios de no destruirnos.

En este sentido, el pacto de Noé es un pacto universal, que nos recuerda que lo que hace que el mundo perseveré hasta que venga el juicio final es Dios mismo. La ira de Dios, se mantiene en raya, no por las buenas obras de los hombres, sino por sus propósitos y su pacto.

4. El pacto de Abraham

Sin duda, entre los pactos que encontramos en Génesis y en todo el Antiguo Testamento, el pacto de Abraham es de vital importancia. En el Nuevo Testamento la promesa de este pacto se vincula directamente con Cristo y su evangelio (Gal. 3:).

Este pacto es dado a Abraham con promesas que van más de Israel, que es ratificado con juramento y que es aplicado como señal la circuncisión para el pueblo santo de Dios. Este pacto es uno que es llamado perpetuo y que da sentido a los actos salvíficos de Dios en la historia de la redención.

5. El pacto de Moisés

El pacto de Moisés es el pacto de las sombras, el pacto que contiene las leyes levíticas de limpieza y purificación, y que abraza al mismo tiempo la legislación de Israel y que nos hace ver la necesidad de un nuevo pacto. Al mismo tiempo, este pacto contiene la base para el contraste que veremos más adelante en el nuevo testamento.

Este es un pacto que, de forma muy clara, señala que Dios castigaría el pecado de Israel, que daría muerte a quien no guardará los mandamientos de la ley. Este, preparaba el terreno para el nuevo pacto, en el que hallaríamos gracia y vida, en vez de ley y muerte.

6. El pacto de David

El pacto de David es el pacto que establece las promesas para el reino de Israel, sobre todo el reino mesiánico universal. Este pacto, además de ser un pacto con un personaje central de las Escrituras, marca la promesa de un rey eterno y glorioso.

Este pacto se relaciona, pues, directamente con el oficio real de Cristo, en el que Jesús, como hijo de David, hace cumplimiento de su promesa. El hijo de David, el hijo del pacto, es la provisión de Dios para un pueblo que necesita de un rey perfecto que reine con justicia y con verdad.

7. El nuevo pacto

Finalmente, llegamos al nuevo pacto, o el pacto de nuestro Señor Jesucristo. Este pacto se caracteriza por la gracia abundante: donde Jesús cumple con las condiciones y regala, por medio de la fe, el cumplimiento de las promesas. Un pacto en el que la ley ya no está escrita en piedra, sino en los corazones de los que invocan a Dios.

El nuevo pacto es el pasar de una era imperfecta, llena de sombras, en la que se abre paso a la perfección y a luz de la revelación del Cristo prometido. En este pacto ya no es necesario las formas de la antigüedad, sino que lo nuevo nos acerca espiritualmente al Dios que vemos en toda la historia.

Conclusión

En resumen, los pactos en la Biblia son compromisos unilaterales hechos por Dios hacia la humanidad, donde se establecen promesas y condiciones que deben cumplirse. Estos pactos han sido una parte fundamental de la relación entre Dios y su pueblo a lo largo de la historia. Los siete pactos mencionados, desde el pacto Edénico hasta el nuevo pacto en Jesucristo, muestran el plan redentor divino y revelan como Dios ha sido fiel a sus promesas a lo largo del tiempo.

A través de estos pactos, se ve la naturaleza amorosa y justa de Dios, sus promesas de vida y su llamado al arrepentimiento y la obediencia. El nuevo pacto en Cristo marca una era de gracia y salvación, donde la ley ya no se cumple mediante obras, sino por la fe en Jesús.

Estudiar y comprender los pactos en la Biblia nos ayuda a entender la relación entre Dios y la humanidad y cómo Él cumple sus promesas a lo largo de la historia. Sobre todo, en nuestra propia historia.

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Julio César Guevara

Julio César Guevara

Autor, pastor, teólogo y creador de contenido digital. Este es mi blog. Espero que puedas sentirte cómodo, para así ayudarte y servirte con los dones que Dios me ha dado.