No sé si siempre ha sido así, pero nuestro tiempo es bastante complejo. Así que hablar de evangelismo contemporáneo, al menos para mí, es todo un reto. Además, pareciera que cada día más se suman temas, asuntos y problemas a la complejidad presente.
Sin duda, evangelizar en nuestro tiempo es un reto. Pero no podemos retroceder, tenemos que seguir adelante, pero tampoco podemos hacerlo a los golpes, de una forma “bruta”. Es necesario que pensemos, actuemos y oremos.
Pero antes…
¿A qué nos referimos con evangelismo contemporáneo?
El término contemporáneo, según la real academia española, se define de la siguiente manera:
Existente en el mismo tiempo que otra persona o cosa.
Eso significa que el evangelismo contemporáneo es uno que existe y se desarrolla a la par que su propio tiempo, cultura y momento. Normalmente, cuando nos referimos a algo contemporáneo, nos referimos no a algo del pasado, sino del presente.
En este sentido, el evangelismo contemporáneo se caracteriza por la adaptabilidad de los asuntos presentes, por la distinción del momento, por la formación que toma en cuenta el contexto presente. Este tipo de evangelismo es el mismo que vemos en las Escrituras, pero que normalmente no nos damos cuenta de que está allí.
Los ejemplos bíblicos de relevancia contemporánea
Esto lo vemos más de cerca por medio del concepto de contextualización. En este sentido vemos como un gran ejemplo a los apóstoles en el libro de los Hechos, pero en especial en el caso de Pablo en Atenas.
En dicho caso, vemos a un Pablo que observa la ciudad de Atenas y contempla sus ídolos (en nuestro tiempo también aplica). Luego de observarlos, señala su propia apreciación de los atenienses llamándoles religiosos. Entre sus muchas formas de religión, Pablo se encuentra con la inscripción del Dios no conocido, una clase de idea de Dios no elaborada con imágenes y que era inmanente en su creación. Pablo toma esto para establecer su discurso, cita a los poetas griegos y habla del evangelio a través de los términos y las palabras necesarias.
¿Qué es lo que pasa en esta situación?
Pablo adapta su discurso, se hace griego para los griegos, a fin de ganarlos adecuadamente. Pablo fue, en un sentido, un evangelista contemporáneo. Un genio de la contextualización. Esto llamo el interés de algunas personas curiosas, pero también llevo a la conversión a algunos.
El sentido de ser contemporáneo no es simplemente ser agradable y que cese la persecución, se trata de ser un buen comunicador, dejar claro el mensaje, hacerlo relevante y lo más cercano posible. Se trata de hacernos todo para todos a fin de ganar a algunos.
El panorama actual en el mundo y los retos para el evangelismo
Estas cosas hacen que evangelizar sea un asunto de mayor profundidad. El compromiso con la gran comisión representa un compromiso con la contemporaneidad. Pero al mismo tiempo nos debe llevar a reflexionar sobre que es lo que sucede en la actualidad.
Nuestro mundo es sumamente complejo. Son cada vez más las personas que miran a la religión con malos ojos y al cristianismo como una invitación opresiva. Estas objeciones deben tomarse en cuenta, pero también es necesario que sepamos cuáles son sus ídolos y quién es ese Dios no conocido que profesan los no creyentes. Nos hace falta observar, preguntar, investigar, escuchar y entender a nuestro contexto para llevar el mensaje de salvación revestido de los asuntos, términos y expresiones necesarias.
El mundo de hoy es, en una palabra, politeísta. Hoy no se enarbolan los dioses de madera de la antigua roma, pero sí se ven personas adorando al antiguo dios de las riquezas (dios mamon), postrándose ante afrodita (el sexo), anhelando poder y éxito por todos los medios posibles. El corazón del hombre, como cuál industria dedicada al mal, es una empresa de construcción de ídolos a gran escala. Se mueve, trabaja, estudia, para adorar y obedecer a sus propios ídolos.
Por eso, como el apóstol, necesitamos identificar cuáles son los falsos ídolos de los hombres para llevarlos a la salvación. Mostrarles el camino seguro del arrepentimiento y darles la seguridad del perdón de pecados.
La necesidad contextualización en el evangelismo contemporáneo
Espero que la necesidad de contextualización haya quedado clara. No obstante, todavía queda un tanto que hablar en este asunto de vital importancia. Lo primero que debemos tener en cuenta es que esta contextualización nos siempre es igual en todos los sitios, no todos los lugares son igual de complejos, no todas las culturas comparten los mismos ídolos y la forma de comunicar no siempre será igual.
Para esto vale la pena estudiar adecuadamente el contexto en el que se desarrolla el evangelismo. En mi caso, vivo en una ciudad que, si bien se confiesa a sí misma como católica romana, realmente son muy pocos los practicantes, es extraño ver personas con ídolos en sus casas o si acaso que visiten el templo una vez al año. Esto significa que tiene cierto sentido religioso, pero no están realmente comprometidos con él, así que sus ídolos principales están en otros lugares.
Normalmente, en nuestro tiempo, la persona misma es su ídolo principal. He podido observar que se justifican todo tipo de acciones por el bienestar personal. Se han vuelto predicadores de la autoestima y la autoayuda. Se han puesto a sí mismos como dioses.
Las personas buscarán satisfacción de sus propios deseos en estos ídolos, que, en la mayoría de los casos, los decepcionaran y harán que sufran. Señalar estas ideas de una manera adecuada es necesario para llamar a las personas al evangelio, mostrarles que Cristo vino para restituir los que se había perdido y poner en el centro lo que realmente va en el centro: la gloria de Dios.
Antes de terminar, es posible que te interese leer mi artículo sobre la evangelización eficaz, allí trato muchos asuntos que aparecen en este post, pero con más detalle y profundidad.
Conclusión
El evangelismo contemporáneo implica la búsqueda de una forma de comunicación adecuada, sincera y empática, que llame la atención a nuestra generación, siendo leales al evangelio, pero siendo relevantes a nuestra audiencia.
Nuestra sociedad de hoy es muy religiosa. Está plagada de ídolos, aunque no lo reconozca. El cristiano debe hacer uso de esto, pararse en el Areópago de su tiempo, y proclamar el mensaje de Dios y el llamamiento al arrepentimiento y la fe. Algunos les dará curiosidad, otros se convertirán y algunos otros se burlarán. Pero nosotros, siendo fieles al Señor y a los principios bíblicos, llevaremos el mensaje de salvación a todo rincón.