La biblia es un libro que habla acerca de la sabiduría en un montón de ocasiones. Nos advierte de la sabiduría falsa de este mundo, y también nos la describe y da argumentos en contra. Pero sobre todo nos invita a buscar la sabiduría como si fueran plata u oro. De hecho, su valor es mayor que cualquier otra riqueza.
Para separar el trigo de la paja y el agua del aceite, vamos a ver estos distintos tipos de sabiduría para aplicarlo posteriormente a nuestra vida y comprender así cuál es nuestra tarea ante ellas.
Los 4 tipos de sabiduría que aparecen en la Biblia
En realidad, la biblia habla de dos tipos de sabiduría, el asunto es que al referirse a la primera utiliza tres términos. Esto ha hecho que se enumeren cuatro cuando en realidad son simplemente dos: la sabiduría de Dios y espiritual, y la sabiduría humana y carnal.
Aquí vamos a explicar de qué trata cada una de ellas y que quiere decir cada término usado para describirla.
Sabiduría terrenal
La sabiduría terrenal equivale a una sabiduría en contraste con la sabiduría divina. Esto es, una sabiduría que carece de la revelación y la aprobación de Dios. Es el conocimiento y razonamiento meramente humano.
Podríamos decir que este tipo de sabiduría es principalmente humana, caracterizada por la lógica, la experiencia y la practicidad. Es “nuestra” propia sabiduría de la cual la Escritura nos advierte en tantas ocasiones (Pr. 3:7-8).
Sabiduría animal
La sabiduría animal se caracteriza por ser guiada por los instintos, siendo agresiva y menos racional. Esta podría entenderse como una sabiduría regida por los meros apetitos, totalmente carnal (Pr. 14:29).
Sabiduría diabólica
La sabiduría diabólica es comparable a la astucia que caracteriza a Satanás, impulsada por los deseos pecaminosos y concretada por una voluntad perversa.
Esta sabiduría puede ser entendida como aquella que es totalmente contraria a la Escritura, sin neutralidad, totalmente anticristiana. Este mundo se caracteriza por esta sabiduría al dar como conocimiento y buen proceder principios que son contrarios a los mandamientos de Dios (1 Co. 3:18).
Sabiduría celestial
Finalmente, la sabiduría celestial proviene directamente de Dios y se conforma a las Escrituras, siempre representa los frutos del espíritu y el carácter que Dios obra en la santificación.
Esta sabiduría surge principalmente de una comprensión de dependencia del evangelio, del carácter de Dios y de lo que ha hecho por nosotros. Es una sabiduría que en agradecimiento se dedica a hacer el bien, pensar rectamente y atesorar para sí sus principios. Esta sabiduría nos una vida cristiana que agrada a Dios en todo momento.
Este tipo de sabiduría no es meramente teórica, nos ayuda a comprender los asuntos propios de la vida de modo que podamos tomar decisiones que traigan bien para nosotros, den gloria a Dios y le agraden. En la Escritura Dios manda a los creyentes a buscar esta sabiduría y Él promete darle en abundancia (Stg. 1:5).
¿Qué hacer con cada una de estas sabidurías?
Si entendemos cada una de estas sabidurías y las dividimos en dos, nos daremos cuenta de que simplemente nos encontramos con el dualismo de bien y mal, de carne y espíritu, pero ahora aplicada a la sabiduría.
Esto es importante entenderlo porque nosotros estamos naturalmente inclinados a la sabiduría terrenal, animal y diabólica (que en ocasiones alguna de estas tres resalta sobre las demás). La tarea del cristiano es resistirse a la tentación de dejarse llevar por ideologías o pensamientos diabólicos, por el pragmatismo o por las pasiones, y afianzarse en las Escrituras.
Dicho de otra manera, el cristiano debe resistir su inclinación a la sabiduría de la carne y vivir conforme a la sabiduría del Espíritu Santo.